Europa pierde movilidad

(Artículo de opinión publicado en Diario de Salamanca el 4/10/2012: http://diariodesalamanca.es/2012/10/04/europa-pierde-movilidad)

Queremos construir más Europa, esa es la consigna de los jefes de estado y de gobierno de todo el viejo continente en los últimos años. Pero la realidad es muy distinta a las intenciones, así al menos lo indican las sucesivas noticias que nos llegan desde Bruselas día sí y día también.

El programa europeo Erasmus peligra, uno de los símbolos de la integración, la europeización de los jóvenes universitarios mediante la educación superior, puede quedarse sin fondos para financiarse. Así lo ha anunciado el portavoz comunitario de presupuestos. Países como Alemania, Reino Unido, Italia, Dinamarca, Finlandia, Holanda o Suecia no están muy por la labor de continuar inyectando dinero en este tipo de proyectos.

La trascendencia de esta noticia va más allá del simple titular, es un duro golpe a la imagen y a los esfuerzos de construcción de una unión fuerte frente al resto del mundo, porque la integración no se fomenta únicamente mediante la acción política, es mucho más que un conjunto interrelacionado de alianzas, es por tanto de vital importancia el intercambio cultural, social, educativo, laboral… No es posible crear una identidad, una marca común, un mercado único, sin contar con los ciudadanos europeos, sin poner en marcha planes de movilidad, de cohesión, de solidaridad o de intercambio. No existe libertad de movimiento si establecemos barreras al mismo, sino fomentamos la convivencia europea más allá de la moneda única, de la bandera o de los lazos políticos de vecindad.

La crisis económica está dejando de manifiesto que la Unión Europea no funciona en épocas de inestabilidad, continuamos teniendo una visión y una conciencia de territorialidad, de peligroso individualismo, sin percatarnos que solo cuando luchemos y actuemos en bloque, cuando demostremos una unidad sinónimo de fortaleza, estaremos preparados para crear más Europa. Y más Europa significa más bienestar, y más Europa significa mejor posicionamiento en los mercados internacionales, y más Europa significa más y mejor crecimiento para todos los europeos, y más Europa es también más sociedad, más educación, mejor cooperación, más conciencia supranacional, más fortaleza económica.

Miles de Erasmus han ayudado sin lugar a dudas a crear más Europa, ciudadanos comunitarios que además de representar los valores más profundos del continente, han ayudado a romper fronteras, no solo físicas, sino otras más difíciles de eliminar, las mentales, las culturales, las sociales… han construido Europa desde dentro, a través del conocimiento, de la cooperación, de la convivencia, pero sobre todo han demostrado que solo conociéndonos mejor podemos ser más fuertes.

Las becas Erasmus y su posible desaparición, es tan solo la demostración de todo un pensamiento más nacionalista que europeo, con una cuestionada vocación de integración, más cercana al control y a la intervención, a la posible ventaja en la debilidad ajena, que proclive a la consolidación de la unificación en el más amplio sentido de la palabra.

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