Estimados amigos, os traslado un debate que puede tener muchas controversias, y que sin duda no generará unanimidad. El tema que propongo es la idoneidad o el desacierto de que el Estado español pague rescates continuamente, cada vez que un nacional ha sido retenido en contra de su voluntad en países en conflicto, o en áreas geográficas con baja calidad democrática y nulos niveles de seguridad.
Es cierto que humanitariamente hablando es un imperativo moral que los Estados presten ayuda a sus nacionales, ya sea con negociaciones diplomáticas, intervención de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y el ejército, o incluso mediante el pago del rescate. Pero es también algo sabido por todos, que nuestro gobierno es visto por el terrorismo internacional como un país que paga a tiempo y lo hace bien. Lo peor de todo este debate es la falta de transparencia y diálogo parlamentario cuando de usar el dinero de todos se trata. Pasó con los pescadores gallegos en Somalia, ocurre con los cooperantes catalanes en Mauritania, y seguirá aconteciendo una y otra vez siempre que el estado español claudique sin más. Estamos lanzando una señal al crimen organizado, a las fuentes de financiación del terrorismo internacional, somos buenos pagadores, estamos dispuestos a dar lo que se nos pida, ellos lo saben y por tanto somos vulnerables.
Pero pensando fríamente hago la siguiente reflexión: si el Ministerio de Exteriores tiene una lista de lugares donde desaconseja viajar, es lógico que aquella persona u organización, que haciendo uso de su libertad y quiera pese a todo viajar a dichos destinos, corra también con los riesgos que se deriven del mismo.
Pero aun siendo el Estado quien debiera ser el avalista de dichas expediciones en caso de secuestro, ¿Por qué utilizar una metodología diferente según si se trata de reivindicaciones de la banda terrorista ETA o del terrorismo internacional?, lo más lógico y coherente es que en ningún caso se ceda a las propuestas chantajistas de los criminales, sean del origen que sean. Pero fijensé si las negociaciones han estado mal conducidas, que incluso el derecho internacional ha sido ultrajado, hasta tal punto de liberar a un preso y usarlo como moneda de cambio. Mientras tanto, en la sede de la soberanía popular, siguen sin producirse las comparecencias de los diferentes miembros del gobierno implicados en la negociación.
Mientras sigamos consintiendo la extorsión, los secuestros a nacionales españoles estarán al orden del día, más aun si quienes tienen como interlocutores los terroristas es un gobierno incapacitado, frágil, débil y cuestionado.
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3 comentarios:
Querido amigo Javier, en primer lugar quiero decirte que el rescate de los pescadores en somalia fue realizado por el propio armador del barco, cierto es que fue realizado por un intermediario del Estado español, lógicamente, ya que nuestros servicios de inteligencia son los más acertados para realizar dicha transacción.
En cuanto a los cooperantes en Mauritania, he de decirte que no importa la cuantía económica cuando se trata de liberar a personas que lo que han ido a hacer allí es ayudar a la población civil devastada por las guerras intestinas y la sequía. Como bien has dicho es un imperativo moral y más tratándose de personas que arriesgan sus vidas por el simple hecho de ayudar a los necesitados, diferente sería si hubieran secuestrado a un importante empresario, no os hubiera faltado tiempo para reprochar al gobierno su liberación. Cierto es que al realizar estos pagos el gobierno queda como un pelele que se deja llevar por la corriente de los terroristas, pero tratándose de vidas humanas todo dinero es poco y como te he dicho menos dinero parece al tratarse de personas caritativas, ateas, pero caritativas.
Lo que quiero expresarte es que el gobierno no debe hacerse el "machote", como en aquel verano del 97 en el que conseguísteis otro mártir, ya que está para el servicio de todos los españoles y debe asegurar la integridad de todos sus ciudadanos.
Un saludo.
En cuanto al preso liberado he de decirte que lo ha liberado el gobierno mauritano, a cambio de que ¿?, pues de ayuda humanitaria y cooperación con sus fuerzas del orden. Todos ganamos.
El rescate de los pescadores españoles en aguas de Somalia es una incógnita, supuestamente fue el armador quién lo pagó, pero nunca llegó a aclararse, el gobierno en ningún momento dio explicaciones en sede parlamentaria, pese a que los diferentes grupos de la cámara se lo reclamaron. Algo tendrían que ocultar.
En cuanto al pago del rescate de los cooperantes de Barcelona Acción Solidaria, es entendible desde punto de vista humano, pero un gobierno está por encima de los sentimientos, y en ningún caso puede doblegarse a las reivindicaciones terroristas, entonces estaremos poniendo en entredicho las funciones del estado de derecho, sería el gobierno de los temerarios contra las leyes y los países democráticos.
Hay cientos de misioneros españoles que se están jugando la vida en países con serios enfrentamientos internos. No hace mucho en Zimbabwe hubo represiones de la dictadura a la población civil, revueltas populares y guerrillas en las calles, nadie se acordó de misioneros como Ildefonso Trujillo, un familiar mío, el cuál no recibió llamada alguna de la embajada española para ofrecerle ayuda.
El pago de esos rescates es dinero que utilizan los grupos terroristas para seguir amenazando a la población y mantener aterrorizadas a las autoridades. Me entristece ver como la vida de unos cooperantes españoles vale más que la de los mauritan@s, este es el egoísmo del mundo occidental, mejor llamado de los ricos.
El preso fue liberado por el gobierno mauritano, pero bajo presión e intercambio de favores con el gobierno español, obviamente estos países se venden al chantaje a la primera de cambio. No olvidemos como Marruecos ha sacado beneficio del gobierno español de algo tan cruel para sus nacionales como el tener que poner en peligro sus vidas en travesías interminables en patera para poder comer y trabajar en España.
En cuanto a mi compañero de partido Miguel Ángel Blanco, asesinado en Julio de 1997, solo decir que sus familiares y la sociedad española entendieron con suficiente madurez democrática, que un país no se puede vender a las normas de los terroristas. Si por aquel entonces el gobierno hubiese claudicado, hoy tendríamos todos los meses un Miguel Ángel Blanco a quién llorar. En cambio el Partido Popular, y el gobierno del señor Aznar, en lugar de pensar desde el corazón, en liberar a su compañero Miguel Ángel de las garras asesinas, pensaron fríamente que la responsabilidad de un gobierno es cumplir y hacer cumplir la ley.
La voracidad de los terroristas es insaciable, y deben de saber que el estado de derecho, las leyes vigentes, no se venden al chantaje y la extorsión. Es difícil pronunciar estas palabras, pero gobernar supone dominar los sentimientos, el pensar como sociedad.
Claro que todos ganamos, incluidos los terroristas, pero no la población mauritana ni los extranjeros llegados del resto del mundo, a quienes seguirán asesinando gracias a la financiación española. Os hago una pregunta: ¿Cuánto valen miles de vidas Mauritanas?, dos cooperantes españoles, esa es la proporción.
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