UN GESTO COMENTADO PERO ¿QUE PASA CON LOS INCREPANTES?


No seré yo el que defienda las actuaciones y decisiones del ex-presidente Aznar en cuanto a la tan citada guerra de Irak, ni justificaré su pérdida de panciencia con un gesto poco adecuado para una persona que ocupó el cargo de presidente del gobierno. Pero las manifestaciones y disturbios que se produjeron ayer en la universidad de Oviedo, no son dignas del ambiente que debe envolver a toda institución del saber y el conocimiento, como es la universidad.
Existen multitud de formas de reivindicarse, pero ninguna tan reprochable, sectaria y guerrillera como las que se produjeron ayer en Oviedo.
No estamos ya en las épocas en las que la universidad debía ser el cauce social de las reivindicaciones por que estemos en un estado autoritario, ni mucho menos dictatorial o de cuacion de las libertades.
La universidad tiene que ser ejemplo y guía de muchas otras banderas, distintas a las que antaño enarboló esta institución de la enseñanza superior.
Me parece verdaderamente triste como jóvenes de unos veinte años se dedican a boicotear un acto de un ex-presidente, que lleva 7 años fuera de la función pública y de las obligaciones de gobierno. En cambio no se manifiestan por la precaria situación de nuestro sistema educativo o el paro juvenil que destruye las posibilidades de desarrollo de las nuevas generaciones.
En una situación crítica para nuestro país, como la que estamos atravesando ahora, es mucho mejor, según el entender de algunos, agitar los fantasmas del pasado, de dirigentes retirados, que para nada deben de estar ya en el candelero político.
Abochornado me siento de que los jóvenes de 20 años estén preocupados por el pasado, con el negro presente y futuro que se vislumbra. pena me produce ver el rencor con el que actúan jóvenes que ni tan siquiera pudieron tener una visión objetiva, fundamentada y racionalizada de la presidencia del señor Aznar, ya que tan solo tenían 15 años.
No sería mejor que intentasen luchar por que los jóvenes tengan una inserción laboral acorde a su formación, que tengan oportunidades de poder independizarse y construir sus propias familias, que nuestro sistema educativo se homologue en calidad al de los países más desarrollados del mundo...
La universidad debe ser el motor del crecimiento de un país, la que lidere los avances de nuestra sociedad, quien de ejemplo de convivencia y escucha. La universidad no debe ser sectarizada con el fin de respaldar actos impunes de intolerancia. Imprimir artículo

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mérida, estoy de acuerdo con tu artículo. Está muy bien, enhorabuena!

Un Saludo

Fran Carnicero