LA INTOLERANCIA Y EL FASCISMO INDEPENDENTISTA

Don Juan Carlos y Doña Sofía fueron recibidos por una parte de la afición con una pitada y con gritos de 'fuera' a su entrada ayer en la final de la Copa del Rey de baloncesto, situación que se repitió cuando se escuchó por la megafonía del pabellón el himno nacional, aunque otra parte de los seguidores allí congregados recibieron con aplausos a los Reyes de España.
De nuevo un evento deportivo se convierte en el escenario ideal para que un grupo de intolerantes reivindiquen las trasnochadas tesis que invaden sus discursos.
Durante la transición democrática todos supieron ver como era más importante la construcción de un estado para todos, donde todos estuviésemos representados, que perderse en debates ideológicos de indentidades nacionalistas o modelos de estado.
Que sus Majestades los Reyes hayan sido abucheados es una forma cada vez más común de disfrutar del deporte por parte de algunos aficionados a las broncas. Nuestra constitución defiende la figura del rey como inviolable, algo que no se aplica en la realidad. Desde que se quemaran fotos del monarca en la vía pública impunemente, lo que a mi ver propició que se creara jurisprudencia, no han dejado de producirse acontecimientos de esta naturaleza. Ante la pasibidad de la ley algunos han decidido seguir actuando.
Como vengo expresando en mi blog de forma reiterada, todas las ideas y pensamientos tienen cabida en el debate público si estos son defendidos mediante el respeto, la legalidad, la tolerancia y en los órganos constitucionalmente establecidos para ello.
Pero estas actuaciones tienen un transfondo mucho más allá del propio abucheo insitu, es la materialización de algunos pensamientos de ciertos representantes públicos que se dedican a incendiar los sentimientos de la calle, introduciendo la crispación y la división entre algunos de los ciudadanos, que finalmente son los culpables materiales. Estos autores ideológicos son los que fomentan que estos actos se lleven finalmente a la práctica. Los que algunos políticos defienden en sus parlamentos autonómicos y en el congreso de los diputados está calando en ciertos sectores radicalizados y violentos.
Vuelvo a condenar enérgicamente la falta de legalidad e impunidad de los actos de algunos sectores de la sociedad, que ven como les sale gratis violentar y reventar los actos que consideran como un buen altavoz propagandista a sus peticiones. Mientras que la fiscalía no intervenga con procedimientos ejemplarizantes esta situación se seguirá produciendo.
Nuestro país tiene una grave crisis económica, pero también una grave crisis identitaria y de valores. Un país no puede afrontar sus problemas y hacerse respetar internacionalmente si ni nosotros mismos respetamos a nuestras propias instituciones, a nuestras leyes y a nuestras figuras democráticamente establecidas en la Constitución.
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