Las deudas de las Comunidades Autónomas

Las comunidades autónomas españolas están arruinadas por la crisis y el despilfarro, estamos en peligro real de quiebra. Algunas incumplen la ley porque no pagan a sus proveedores y ni siquiera tienen dinero para abonar los sueldos de sus funcionarios. Lo único bueno de la gran depresión que acosa a España es que está logrando que algunas verdades imperceptibles en la bonanza económica salgan ahora a debate.

La agencia de calificación crediticia Fitch ha bajado el rating a cinco comunidades autónomas: Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Canarias, debido al "fuerte deterioro fiscal visto en los últimos años, que ha provocado un aumento de sus niveles de deuda".

Con este recorte, Cataluña y Comunidad Valenciana pasan a ser las dos regiones con peor nota, de 'A-' frente a la 'A' anterior. Por su parte, Andalucía y Canarias se sitúan ahora en 'A+' y Canarias en 'A'. Todas estas comunidades autónomas permanecen con perspectiva negativa, bajo riesgo de otro recorte.


La calificación de la deuda soberana del Reino de España, actualmente en 'AA+', la segunda mejor nota de Fitch, podría bajar por la ralentización del crecimiento económico del país y el incumplimiento de los objetivos de déficit por parte de las comunidades autónomas, según el director de valoración de Fitch, Douglas Renwich. Una nota más baja encarecería el acceso a la financiación externa por parte de España.

Fitch ha decidido rebajar la nota de estas cinco regiones después de conocer las cuentas de las comunidades del primer semestre que publicó el Ministerio de Economía y Hacienda, las cuales reflejan, a juicio de la calificadora, "que deben hacerse esfuerzos adicionales considerables, especialmente en el área de control de costes".

El déficit de las regiones alcanzó el 1,20% del Producto Interior Bruto (PIB) en junio, cuando el límite para todo el año es del 1,30%. Andalucía (-1,49%), Cataluña (-1,01%), C. Valenciana (-1,92%), Murcia (-1,82%) y Canarias (-0,71%), tuvieron un alto déficit.

Los ingresos agregados del conjunto de las comunidades autónomas españolas cayeron en la primera mitad del año un 3,59% respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que los gastos aumentaron un 0,48%.

El Ministerio de Economía y Hacienda deberá reunirse con los consejeros de todas las comunidades cuyo déficit superó ya, en la primera mitad del año, el 0,75 por ciento del PIB.

Pero lejos de los números es importante destacar el uso irresponsable que muchas comunidades autónomas han hecho de sus presupuestos. Buena parte del despilfarro realizado en otras épocas está pagándose ahora. Algunos ejemplos de cómo solucionar las deudas de nuestras comunidades, o al menos no seguir generándolas, es privatizando las ruinosas televisiones públicas autonómicas, el reestructurar el Estado de las Autonomías, delimitar las competencias de los gobiernos regionales, prohibiendo el endeudamiento o la creación de empresas públicas regionales...

Ni la existencia de las televisiones autonómicas ni otros muchos servicios públicos territoriales están justificados en esta etapa de la Historia de España, como tampoco lo están los viajes innecesarios de políticos costeados por el erario público, el pago de una clase política sin límites, con 17 CCAA y dos ciudades autonómicas, las tarjetas visa que tienen los políticos sin límite de gasto y otros privilegios y abusos que los españoles ya no pueden costear. 

Los únicos movimientos importantes del gobierno de España para afrontar el ahorro han sido a costa de los ciudadanos, sin tocar ni uno sólo de sus múltiples y escandalosos privilegios. Prefieren retrasar la jubilación, eliminar el cheque bebé y ampliar el tiempo de cotización que tocar sus pensiones de lujo, a las que acceden con sólo siete años de cotización, mientras que el resto de los ciudadanos necesitan casi 40.

España se hunde, señorías, y son ustedes los autores del drama
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