ENTREVISTA PUBLICADA HOY EN EL PERIÓDICO TRIBUNA DE SALAMANCA

_¿Consideras que el 'fracaso escolar' en algunas titulaciones es problemático?
Es cierto que hay titulaciones donde el fracaso escolar es un grave problema, todos hemos experimentado por ejemplo, como en el paso del primer al segundo curso de nuestras titulaciones, han abandonado un importante número de nuestros compañeros. También es fácil encontrar a nuestro alrededor algún conocido que abandonó la titulación en el transcurso de la misma, que comenzó otra o que finalmente desestimó la idea de realizar estudios universitarios.

_¿Es solo responsabilidad del alumno o también del sistema de enseñanza?
El fracaso en la Universidad es un problema en el que hay varias partes implicadas. El sistema actual obviamente propicia que se den estas circunstancias y facilita que se sigan produciendo. Pero los actores del fracaso educativo también son en gran medida responsables. En primer lugar el alumno, que puede abandonar la carrera entre otras causas porque descubre que no es lo que pensaba a priori, por tanto indica una falta de asesoramiento e información en aquellos estudiantes que se enfrentan a dar el paso del bachillerato a la Universidad. Pero el abandono también puede explicarse por el temor que el alumno sufre en su primer año de titulación, cuando descubre sus carencias de base, es decir conceptos que se dan por asimilados en etapas anteriores de su formación académica y que realmente no tiene adquiridos. Cuando el alumno cree haber decidido correctamente la titulación que quiere cursar, surgen otras deficiencias originadas por la nueva libertad de decisión ante la que se enfrenta y que no había tenido hasta ahora, como la posibilidad de no asistir de formar regular y continuada a sus clases, lo que desencadena la no resolución de las dudas que surgen a medida que se va explicando el temario por parte del profesor, tampoco asimila los conocimientos a medida que van surgiendo a lo largo del curso, es más, ni tan siquiera tienen los apuntes para comprometerse a seguirlos al mismo ritmo que el resto de la clase, y hacer un estudio más comprensivo en su casa. Es frecuente que tampoco tengan un hábito de estudio asimilado, un compromiso diario por atender sus obligaciones académicas. Cuando no se hacen los deberes a tiempo aparecen los graves errores que justifican el bajo rendimiento académico, como el estudiar todas las materias los días previos a la realización de las pruebas escritas, las borracheras de apuntes y manuales que todos conocemos, que a veces funcionan para superar la falsa meta de aprobar la materia en cuestión, pero que en ningún caso supone un aprendizaje y una asimilación de los contenidos, que es realmente el objetivo de estudiar una titulación.
La otra parte implicada es el profesor, quién en innumerables ocasiones no constata que los alumnos no solo han atendido en clase, sino que además han comprendido los conceptos que se han tratado durante el desarrollo de la misma. También es causa de ausencia a las clases el que éstas no aporten partes prácticas, donde el alumno pueda ver materializado su esfuerzo en aplicaciones reales. Los profesores deben intentar hacer de sus clases una verdadera interacción entre ellos y sus alumnos, que el aprendizaje no sea cosa solo de uno, sino que ambos, profesor y alumnos, se sientan partícipes conjuntamente en el aprendizaje de la materia. Tenemos que desterrar las clases magistrales de nuestras aulas, no estamos en una actuación en la que el público solo observa, también debe aprender y participar de la función.

-¿Se podría hacer algo para reducirlo?
Es difícil eliminar los comportamientos asimilados y aceptados en nuestra sociedad con una simple reforma normativa. Los problemas que antes detallaba, son las debilidades que nuestro sistema actualmente propicia y potencia, y que en un futuro debe remediar, porque de lo contrario, sino hay un cambio real de mentalidad educativa, otra manera de entender los estudios superiores, todo lo que se espera del Espacio Europeo de Educación Superior quedará en un proceso de reforma de los planes estudio, pero nada más, continuaremos entonces haciendo lo de siempre.

- ¿Cómo influirá la adaptación a Bolonia y el nuevo método de evaluación continua a este respecto?
Solo el cambio de planteamientos, que el EEES nos ofrece, puede servirnos de antídoto para expulsar de nuestras facultades las rancias recetas que nuestro sistema todavía continua aplicando. El EEES es un proceso de adaptación y homogeneización europea de la educación superior, pero para España supone algo más, nuestras universidades tienen planteado un reto paralelo a este, es la oportunidad de cambiar sus formas de entender e impartir enseñanza, que los alumnos se sientan partícipes de su educación, aprendan y disfruten con lo que han conocido en su titulación, y sobre todo que les sea útil para encontrar un trabajo, que es el fin último de todo este proceso. Imprimir artículo

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué incentivos presenta un profesor a interactuar con sus alumnos?

Anónimo dijo...

Felicidades por tu entrevista!!!
solo te falta adjuntar la foto que te hicieron, no??? :P

Javier Mérida Arjona dijo...

Un profesor lo es por vocación, o al menos eso quiero pensar, por lo tanto se siente implicado en que su alumno aprenda, y sobre todo, que le sirva para algo lo que le está enseñando. El incentivo que presenta que un profesor interactúe con sus alumnos es que los alumnos estarán más atentos en clase, ya no es simplemente ir a clase, sentarse y escuchar la terrible hora y media o dos horas de lección. Si el profesor consigue conectar con sus alumnos, integrarlos dentro de la clase, motivarlos y hacerlos participativos, seguramente alcancen mejores resultados. El plan Bolonia debe ser algo más que las dispositivas en Power Point. El profesor debe ser un tutor, que haga ver quelo que enseña tiene aplicaciones reales, que es útil.
Cuando este digitalizada la fotografía la colgaré junto a la entrevista. Gracias a todos por aportar vuestras preguntas. También podéis dejar vuestra opinión.