CAMPS DIMITE. Abandona la presidencia de la Comunidad y la del Partido Popular Valenciano

"Aunque el Sr Camps fuese declarado inocente, el haberse presentado a un proceso electoral para dimitir pocas semanas después es inaceptable y un engaño a los ciudadanos valencianos" @jvmerida

Unas semanas después de ser investido presidente de la Generalitat, Francisco Camps ha anunciado este miércoles su dimisión, tras la decisión del juez Flors de procesarle por un supuesto delito de cohecho impropio al recibir trajes de la trama Gürtel. 

Francisco Camps, Ex-Presidente de la
Comunidad Valenciana

El Sr Camps será o no inocente, no soy yo el que deba juzgar eso, pero por su ambición personal pone en una situación política vergonzosa a la Comunidad Valenciana... ¿No había nadie más en las filas del Partido Popular para presentar candidatura a la presidencia, no existía NADIE preparado para tomar las riendas, no pudo haber hecho el sacrificio que dice estar haciendo ahora antes del proceso electoral...? ¿Por qué tienen que tener los valencianos un Presidente que no sabían que iban a tener?... porque el Sr Fabra no era el cartel de campaña prometido por el Partido Popular valenciano. El esfuerzo hubiese sido no dar el paso de presentar candidatura... esa sí hubiese sido una imagen de honradez plausible. Porque el problema, además de si es culpable o inocente, es el dejar a los ciudadanos valencianos en manos de un sucesor que no se postulaba en un principio como el Presidente de la Generalitat, y eso sí que es reprochable.

El Sr Camps no ha hecho un anuncio de honorabilidad, más bien se ha mostrado como un dirigente irresponsable, que a sabiendas de que era muy probable que tuviera que dimitir, puso al Partido Popular en un brete para presentarse casi por imposición. Es una falta de respeto a los ciudadanos el abandonar unas semanas después de haber sido elegido. Si estaba imputado, lo mejor que podría haber hecho es haberse apartado, nadie es imprescindible, y estoy seguro que el PPV tiene grandes políticos para hacer frente a tan importante responsabilidad. Porque los ciudadanos valencianos necesitan no únicamente saber el proyecto político de un partido, sino también quién lo pilota y aspira a representarles a todos. Es cierto que nuestro sistema electoral no es presidencialista, pero sí que funcionamos como tal, y a eso responden los votantes. El PPV tiene mayoría absoluta en el parlamento autonómico, por tanto el candidato Alberto Fabra será investido presidente con toda seguridad, todo a pesar de que ningún ciudadano acudió a las urnas el 22 de mayo con esa información.  

Repito, no dudo de la inocencia de Francisco Camps, pero sí de como los partidos políticos manejan las situaciones de imputación y presunta corrupción de sus primeros espadas, maniobras políticas que solo persiguen ganar elecciones. Aunque el Sr Camps fuese declarado inocente tras el proceso judicial, no es normal ni entendible por parte de la opinión pública que un dirigente tenga que dimitir unas semanas después de haber asumido la representación institucional y la gobernabilidad de su comunidad. Ha sido una decisión sectaria, amparada en garantizar de nuevo una mayoría absoluta al PPV, y una vez asegurada esa amplia representación parlamentaria inamovible para los próximos cuatro años, dimitir y consolidar un nueva figura política que empiece a trabajar para ganar las próximas elecciones. Porque en realidad los partidos son máquinas de fabricar votos y construir estrategias. Si este paso atrás, dado hoy por el Sr Camps, se hubiera producido antes de las elecciones, el escenario político hubiese sido bastante diferente.

Si los que se dedican a la representación pública no tienen en ello aspiraciones profesionales, sino una vocación temporal de servicio público... ¿Por qué entonces ese intento de mantenerse en las riendas del poder a toda costa, apurando hasta la extenuación cualquier posibilidad de quedarse?. Lo aceptable sería, que si por las circunstancias que fuese hubiera que abandonar la primera línea política, este abandono fuera inmediato, como garantía de máxima transparencia en la gestión pública, volviendo a la ocupación y a la situación laboral original hasta que se resuelva cualquier duda en referencia a su gestión.        

Ser crítico con los dirigentes de mi partido, me permite la libertad moral de poder hablar de todos aquellos que defraudan las aspiraciones y esperanzas de los ciudadanos, sean del signo político que sean. Por tanto, que nadie quede extrañado de si pido la dimisión de otros representantes públicos de diferente militancia, que también tendrían que dar explicaciones de la labor desarrollada al frente de sus responsabilidades.

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