SUBIDA ABUSIVA DE LA LUZ

Nuevamente el gobierno ha decidido coger el camino equivocado hacia la recuperación económica. Creen que es más conveniente, en la actual crisis en la que estamos sumergidos, pagar el déficit tarifario a las compañías eléctricas que dejar respirar a los consumidores, autónomos y empresarios.
Una subida de la tarifa eléctrica tan abusiva como la que llevará a cabo el gobierno a inicios del próximo año, tendrá repercusiones nada favorables para un añorado clima de recuperación económica. Primeramente desincentiva el consumo, la inversión y la producción. En segundo lugar hace que nuestros productos sean menos competitivos en el exterior, ya que el precio de uno de los factores productivos, la electricidad, se encarece. Por último, las familias dedicarán mayor parte de sus ingresos al ahorro, por tanto el consumo se verá muy condicionado por ésta decisión. Si el consumo se desploma, estaremos ante una caída de la demanda, y por tanto de una nueva caída de la oferta, ya que las empresas no podrán en el mercado tanta producción como hasta ahora, ya que no hay demanda suficiente para absorber tanta oferta. En definitiva, nuestra economía pierde fuelle dentro y fuera de nuestras fronteras.

El problema viene de lejos, y es algo comprendido por todos que hay que caminar en su solución. El problema eléctrico en España se valora en alrededor del 1% del PIB anual, exactamente 10.829 millones de euros el ejercicio pasado. Cerca de la mitad de esa cantidad, 4.615 millones de euros en el año 2009 y de 852 millones durante el primer trimestre de este año, son los incrementos del déficit de tarifa; y el resto, 6.214 millones de euros el pasado año y 1.639 millones de primas al régimen especial durante los cuatro primeros meses de este año, es debido a las energías renovables (78,5% que incluye solar fotovoltaica y termosolar, eólica, hidráulica de régimen especial, biomasa, residuos y tratamiento de residuos) y a la cogeneración (21,5 %), que no lo es. Tocamos a algo más de 200 euros por habitante al año. ¿Cómo hemos llegado a ello?, son dos las razones:
El déficit de tarifa es la diferencia entre lo que paga el consumidor y el coste reconocido por el regulador (otra cosa son los costes reales). Esa diferencia permanece en un limbo contable acumulado en las cuentas de las compañías eléctricas. Son cantidades reconocidas por el Estado que en un futuro habrá que pagar, no se sabe de qué manera.
Las primas al régimen especial son pagos, a cargo del presupuesto del Estado, a las compañías generadoras de determinadas energías renovables.
Los responsables del déficit de tarifa han sido los sucesivos gobiernos, así podían contener artificialmente una inflación desbocada, en épocas no tan lejanas; y otorgar alguna lisonja económica a los votantes.
Debemos cambiar nuestro modelo energético para poder ser competitivos, es verdaderamente fundamental para mirar al futuro con optimismo. Es cierto que tenemos resolver nuestro endeudamiento tarifario con las compañías eléctricas, pero no menos cierto es también que no es el momento de pedir más sacrificios a los hogares españoles.
El gobierno ha llegado sin quererlo a las políticas que el PSOE siempre criticó, recorte de derechos sociales, precariedad laboral y desempleo, además del desarrollo de un conjunto de leyes, aprobadas recientemente, contra el crecimiento económico y penalizadoras del consumo.
Mi deseo de cara al próximo año 2011 es la convocatoria de elecciones generales. Si queremos salir de la crisis en la que estamos sumidos, y además hacerlo con el menor coste posible de cara a las próximas generaciones, es necesario dar la potestad de voz y de voto a los ciudadanos. Nuestro país no puede permitir ni tolerar varios años más de retrasos en la convergencia con los estados más avanzados del mundo. Imprimir artículo

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